Dieta sana - Comer sano - El agua
El agua no engorda y es además la bebida ideal para calmar la sed. Los refrescos y el alcohol añaden muchas calorías y apenas aportan vitaminas y minerales.
A pesar de la demostrada importancia de hidratarse correctamente, es muy fácil engordar sin darse cuenta tomando refrescos o alcohol cuando tenemos sed en lugar de agua y bebidas sanas.
Lo ideal es beber entre horas y también durante las comidas. Los zumos de fruta recién exprimida, el gazpacho, las sopas y las cremas frías aportan también agua, al igual que la fruta, en especial la sandía y el melón.
Hidratarse en verano
En verano es muy fácil deshidratarse o sufrir las consecuencias del calor: mareos, cansancio, pérdida de concentración, golpes de calor, dolor de cabeza, hinchazón, pesadez de piernas... Por eso hay que beber el doble e incluso el triple de líquidos para evitar la deshidratación, mantener bonita la piel e incluso conseguir un bronceado más bonito y duradero.
Deporte
Hacer deporte sin la adecuada hidratación aumenta la posibilidad de lesionarte ya que los músculos y tendones necesitan estar lubricados para funcionar bien. Aumentando la ingesta de líquidos podrás compensar las sales minerales que tu organismo pierde por el calor y evitar la típica sequedad de la piel.
Agua con gas
Las bebidas carbonatadas engordan mucho, ya que contiene gran cantidad de azúcar y de otros elementos químicos añadidos. En algunos países, las han prohibido en las escuelas por ser una de las causas de la obesidad infantil.
Sin embargo, el agua con gas solamente tiene añadido ácido carbónico (pero no calorías). Asegúrate que lo que tomas es solamente agua con gas sin azúcares añadidos.
El agua con gas tiene muchas otras cualidades gracias al ácido carbónico, ya que esta sustancia estimula la secreción de los jugos gástricos por lo que facilita las digestiones, algo muy beneficioso para quienes padecen digestiones pesadas.
0 comentarios:
Publicar un comentario