Yoga, el Equilibrio entre Cuerpo, Mente y Espíritu - Normas y peligros
Normas a la hora de practicar yoga
Para hacer yoga hay que tener una buena información. Normalmente asociamos el yoga a la postura del loto, cerrar los ojos y unir los dedos, pero limitar su práctica a esta idea es un error. Si quieres iniciarte en su práctica lo principal es saber quiénes son los profesionales y seguir una orientación adecuada.
Lo más importante es que tras varias sesiones comencemos a encontrarnos mejor. Si una persona empieza a practicar yoga y a las tres sesiones se siente mal, esto quiere decir que los ejercicios programados no le ayudan o no está orientado adecuadamente y tiene que seguir buscando si quiere seguir practicándolo.
El dolor es una señal de alarma y nunca debe desatenderse. Si se sienten algunos malos síntomas al principio tampoco debemos preocuparnos en exceso, porque los primeros efectos son normales ya que estás reforzando y exigiendo a tus músculos un sobreesfuerzo al que no están acostumbrados.
Hay que realizar los ejercicios lentamente para que sean más efectivos y se debe abandonar la postura con lentitud para desarrollar bien la resistencia y el equilibrio.
A la hora de practicar yoga hay que estar muy cómodo, elegir ropa adecuada, estar descalzo, nunca con zapatillas de deportes, por ejemplo. Además, se debe buscar un lugar que sea lo más tranquilo posible, donde no haya ruidos, malos olores, permitiéndote crear ese espacio para ti mismo en el que practicar el yoga con regularidad.
La importancia de la dieta
En la escuela Sivananda uno de los cinco principios a tener en cuenta es una dieta alimenticia basada en el vegetarianismo. Hoy en día, esta técnica se ha adaptado a Occidente y se intenta buscar alimentos "más puros" que sin ser vegetarianos puedan ser un sustitutivo que nos permita seguir los principios básicos de esta doctrina en la dieta.
En yoga se mantiene que dependiendo de lo que comes, sus beneficios contribuirán en menor o mayor medida a tu salud. La medicina del yogui es el alimento.
Siguiendo su tradición en el yoga prima el consumo de frutas, verduras y cereal, este último muy importante por ser el que aporta más energía a la persona. Todo lo contrario sucede con la carne muerta.
Peligros
El yoga debe practicarse con regularidad pero su abuso puede conllevar cierto riesgo. El más usual e inaudito por no tratarse de un deporte es que el yoqui se lo tome como tal y empiece a competir con los demás y consigo mismo olvidando el objetivo primordial de esta técnica: la propia relajación.
Los problemas comienzan cuando por determinadas circunstancias personales o físicas llega un momento en que el yogui no rinde igual que antes pero no lo admite, y se ve presionado por el grupo o por sí mismo. Hay que tener en cuenta que el yoga no es competición y que lo importante son los progresos en función de uno mismo.
Desde un punto de vista físico el yoga puede tener algunos efectos nocivos si no se practica adecuadamente. En el yoga el cuerpo se trata como una totalidad, en cada postura está integrado todo: la cabeza, los pies, las manos, la espalda, los brazos, etc.
Al practicar los ejercicios hay una sobreexigencia articular, aperturas muy grandes, elongaciones (se trata a cada músculo por separado con el objetivo de estirarlo) lo que requiere que en cada asana se ponga atención a cada músculo y a cada articulación, de no hacerlo pueden provocarse lesiones.
Por ello es muy importante seguir una evolución y practicarlo al ritmo idóneo que nos permita prestar la misma atención a cada movimiento.
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