Enfermedades mentales - El brote psicótico
Los brotes psicóticos pueden aparecer en mayor o menor grado durante la vida de uno, pero un brote se diagnostica cuando los síntomas sean muchos más que lo normal, sucedan con más frecuencia y sean de mayor intensidad.
Durante un brote psicótico la realidad percibida por la persona afectada se ve alterada de modo que no puede funcionar normalmente en su entorno
No es infrecuente que durante un brote psicótico, el médico, la familia o el propio paciente (o todos juntos) decida que el mejor cuidado para la persona se lleve a cabo internado en un régimen hospitalario y que la persona sea tratada médicamente dentro del hospital hasta que se le pase el brote.
El brote puede durar unos días, semanas o meses dependiendo, pero con el tratamiento médico apropiado lo normal es que la persona se estabilice y vuelva a la vida diaria. Si los síntomas y los brotes persisten, entonces la vida de la persona se puede ver afectada mucho, poco o nada dependiendo del tipo de vida que lleva y del desarrollo de la enfermedad.
Ahora bien un brote psicótico no es sinónimo de esquizofrenia. Existen brotes aislados que no vuelven a aparecer y también existen brotes que se asocian a otras enfermedades que no son esquizofrenia.
Lo que todos los brotes tienen en común es que, debido a desequilibrios en sustancias neuroquímicas en el cerebro, la persona que los padece pierde el sentido de la realidad tal y como tú y yo la conocemos
Por otra parte, los síntomas de un brote psicótico pueden ser iguales que los de una esquizofrenia. En la práctica clínica es común esperar a que una persona tenga más de un brote antes de considerar el diagnóstico de una de las enfermedades psicóticas.
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